jueves, 14 de junio de 2012


Hacia el mediodía la feria se llenó de gente que hacía compras y curioseaba por los puestos.
Hacia el mediodía la feria se llenó de gente que hacía compras y curioseaba por los puestos. (FOTOS: L. GONDRA)

EL agudo canto de un gallo sonó descarado en pleno corazón de Altzaga. Bajo el resol de la mañana, el ave estiró el cuello, ahuecó el espeso plumaje y entonó su potente kikirikí ante las decenas de curiosos que lo observaban divertidos. Ayer, aves de corral, bueyes y ovejas, se alzaron como protagonistas absolutas sobre el asfalto de Altzaga, una de las zonas más urbanas de Erandio. Y es que este barrio celebró ayer la vigésima edición de su tradicional feria agrícola y ganadera, que reunió en la plaza del Ayuntamiento a una treintena de expositores que lucieron las excelencias de caseríos y productores artesanos de diversas procedencias de Euskal Herria: miel, quesos, pan, hortalizas, frutas, chacina, repostería...
Las lluvias que cayeron durante la noche se abstuvieron de hacer acto de presencia en la mañana dominical y esta cita con el mundo agro se celebró sin sobresaltos, inundando el centro de Altzaga de vecinos de la localidad y de otros pueblos del entorno que no se quisieron perder las demostraciones de oficios tradicionales que tuvieron lugar en esta azoka. Así, fue mucha la expectación que despertó Miguel Ángel San Martín, un herrero de Galdames que ayer colocó las herraduras a un buey ante la mirada de los presentes, especialmente de los más pequeños. Treinta años de profesión lleva este galdamestarra y asegura que hoy estas demostraciones de antiguas labores gustan mucho en las ferias. "Son oficios en desuso y hay gente a la que le hace gracia, les parece curioso", aseguraba. Hoy día, Miguel Ángel sigue trabajando como herrero aunque reconoce que en estos nuevos y vertiginosos tiempos hay poco trabajo... A escasos metros, Pavi Astondoa, de Zeanuri, se esmeraba esquilando sus ovejas, a las que manejaba con la soltura que da la experiencia. Mucha aceptación tuvieron también la exposición de aves de corral o la demostración de herri kirolak.
Los erandiotarras no perdieron la ocasión de curiosear en los diferentes puestos de alimentos que se repartían alrededor del quiosco para seleccionar esa vianda que poco después presidiría sus mesas. Uno de los expositores presentes era el de la pastelería artesana Goiuri, de Izarra. Tras el mostrador, Iñaki Meabe se esmeraba por ofrecer a los clientes un trozo de los dulces tradicionales que elabora junto a Leyre Beraustegi, y que este año se hicieron con el primer premio en el Campeonato de Euskadi de Pastel Vasco que se celebró el mes pasado en la feria de Berango. ¿Qué cuál es el secreto para hacer un buen pastel vasco? Iñaki tiene claro cual es la clave: "Materia prima de calidad, un proceso totalmente manual y artesano, ganas y cariño, para que el que pruebe el pastel recuerde luego su sabor", explicaba. "La gente nos sigue por las ferias y eso es un orgullo", aseguraba, subrayando que este tipo de ferias son un buen foro para las ventas a pesar de la crisis. "La gente se anima, porque viene a comprar producto de caserío y tiene confianza. Son productos caseros, directos, sin intermediarios", resaltaba.
Tampoco faltó a la cita el alcalde de Erandio, Joseba Goikouria, que tuvo que desdoblarse para no perderse ninguno de los eventos que se celebraban en la localidad, que ayer estaba al pil-pil, ya que en Erandiogoikoa tuvo lugar también la marcha montañera previa a las fiestas del Corpus, y en Astrabudua, la asociación Radio Club Takolos puso en marcha un maratón fotográfico. "Se decidió apoyar este evento que tiene lugar a principios de verano, que es una buena época para los productos de la huerta, entre los que no falta el txakoli", explicaba Goikouria, recordando el resto de citas agrícolas que habrá en el municipio, como la azoka de Erandiogoikoa en agosto o la de Astrabudua en septiembre.