domingo, 5 de agosto de 2012


URIBE-TXORIERRI-MUNGIALDEA

Medio millar de motos rugen por las calles de Astrabudua

LA CONSOLIDADA CITA MOTERA DE ERANDIO CAMBIÓ AYER AKARLANDA POR EL CASCO URBANO DE ESTE BARRIO
L. GONDRA - Domingo, 22 de Julio de 2012 - Actualizado a las 05:38h
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Potentes motos de todo tipo, algunas de ellas tuneadas, se dieron cita en Astrabudua
Potentes motos de todo tipo, algunas de ellas tuneadas, se dieron cita en Astrabudua (L.Gondra)
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  • Potentes motos de todo tipo, algunas de ellas tuneadas, se dieron cita en Astrabudua
ERANDIO. Astrabudua latió ayer al ritmo del tronar de cientos de motos. Este barrio erandiotarra celebró su concentración motera, una cita que después de cinco ediciones se ha asentado con fuerza en el calendario de los aficionados a las dos ruedas. El evento no defraudó. Bajo el cielo de gris acero se reunieron a lo largo del día unas 500 máquinas que avalaron el prestigio de esta cita decana en la comarca. A lo largo de la jornada, la calle San Lorentzo fue un hervidero de potentes motos que se iban apostando entre las miradas curiosas y la admiración de aficionados al mundo del motor.
Y mientras los cromados tubos de escape rugían en esta vía cortada al resto del tráfico, en la aledaña plaza Mendiguren, los miembros de Astrabu Club Motero -organizadores del evento-, se esmeraban con los preparativos y las inscripciones.
Astrabu Club Motero organizó unos juegos para niños con motos de juguete que fueron todo un éxito
Esta cita motera ha vuelto este año al casco urbano de Astrabudua, un escenario en el que ya se celebró en la primera edición que surgió hace cinco años casi de forma espontánea, en el contexto de las fiestas de San Lorenzo, reuniendo a casi 500 motos. En el segundo año, Astrabu Club Motero llevó la cita a Akarlanda, donde la presencia de mil máquinas consolidaron la cita como un referente en el mundo de las dos ruedas. Los siguientes años en torno al medio millar de participantes se dieron cita en Unbe, una cifra muy reseñable teniendo en cuenta que la lluvia hizo acto de presencia. Y en esta ocasión, la organización ha optado por trasladar el encuentro de Akarlanda a Astrabudua. "Akarlanda es un entorno privilegiado, pero montar la concentración allí sale mucho dinero. Hemos optado por quedarnos en el pueblo por cuestiones económicas y porque es algo que les viene bien a los comercios del pueblos", explicó Juan Manuel García, de Astrabu Club Motero, que puso en valor la colaboración tanto de estos establecimientos como del Ayuntamiento de Erandio.
La cuestión es que la puesta en marcha de esta cita en pleno centro urbano supuso todo un animado alboroto en el ambiente sabatino de Astrabudua, donde las chupas de cuero de los moteros se fundían con los vecinos que curioseaban entre las máquinas. Además, los más pequeños del barrio pudieron disfrutar de las carreras de motos de juguete que se organizaron en plena plaza. Así, el cambio de ubicación no ha sido impedimento para que la organización calificara como "un éxito" la participación en este encuentro, tanto en la concentración en sí, como en los juegos infantiles, que era la primera vez que se organizaban. "Esto es una gran familia. Los clubes y los moteros vienen a esta concentración y luego nosotros vamos a las que se hacen en otros municipios", explicó Luis Ángel López, de Astrabu Club Motero.
Y corroborando esa máxima, allí estaban Gerardo y Borja Izquierdo, padre e hijo, que precisamente formaron parte de la organización de la concentración motera de Loiu que se celebró el fin de semana pasado. Estos loiutarras acudieron a lomos de su bella Honda 700 Deauville. "Es muy diferente estar en una cita de estas trabajando que venir a disfrutar del evento", aseguró Gerardo. "El fin de semana pasado nos tocó cortar carreteras, dar comidas, cenas... ¡Hoy nada de trabajar!", exclamaba Borja, un jovencísimo aficionado de las dos ruedas que se mostró convencido de que Loiu repetirá su encuentro el año que viene. Y para demostrar que las motos son también cosa de chicas, estaba Irene Alcarazo, una madrileña afincada en Astrabudua y miembro del club motero del barrio. "Las chicas estamos empezando y queremos coger fuerza, aunque cuesta porque es un mundo cerrado", explicó, mostrando orgullosa su Face 600. "Y también le suelo quitar a mi marido la Kawasaki", reía.
Una ruta motera por los alrededores de Erandio fue el plato fuerte de esta concentración que ha vuelto a demostrar su fuerza y su aceptación entre los aficionados al motor.